Viñeta 30: El paradigma de la delicadeza


Maestra: Lee tu redacción
Niño: Ayer noche vi un cohete espacial en la tele ... Después un pobre llamó a la puerta de casa. No me parece justo que esto pasa...
Maestra: ¡QUE ESTO PASE! ¡BURRO! ¡Calla y aprende a escribir!

.............................................................................................................

Todos cometemos errores. No es una suposición, es un hecho. Nadie ha nacido tan perfecto como para tener el derecho de recriminar algo, sin embargo la gente se toma la justicia por su mano.

No sé por qué, pero necesitamos quedar bien delante de los demás, pero lo que cuando estamos entre iguales es decir un pensamiento, cuando estamos con alguien "inferior" se convierte en una imposición. Detestamos que nos corrijan, llevemos razón o no. Sin embargo, olvidamos que también detestamos que nos impongan.

Una maestra debe ser consciente de esto, y saber que no puede pagar las cosas con un niño, ni tener reacciones desproporcionadas cuando quiere corregir un error. Con lo fácil que es decirlo amablemente y con los buenos resultados que esto aporta, no sé por qué rechazamos siempre lo eficaz.

Esta es una de las causas por las que un niño acaba aborreciendo el colegio. ¿A que vosotros no queréis contribuir a lo mismo? Tenemos el poder de romper la cadena, no os olvidéis.

María Vallejo García.


  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • Twitter
  • RSS